Reputación online ¿Un asunto sólo para las marcas?
No. La reputación online aplica para todos los usuarios con presencia digital. Recordemos por un momento que los procesos de admisión laboral ahora incluyen su respectiva revisión en Google, y stalkeo en las redes sociales. De esa manera, muchos reclutadores tienen una percepción un poco más amplia sobre el candidato.
Y esto no solo aplica en el campo laboral, sino que se lleva a todos los planos de la vida personal. No en vano las actividades espiratorias de la pareja inician en las redes sociales.
Para efectos profesionales, resulta conveniente tener una identidad digital responsable y estrechamente vinculada con la carrera u oficio que realiza, de manera que pueda potencializar sus oportunidades de empleo. En especial para los jóvenes profesionales, quienes, en la mayoría de los casos, están en clara desventaja desde sus redes sociales, ya que su utilización es para el entretenimiento. Dando una imagen poco acertada sobre su vida profesional.
Como verán la reputación online, se basa precisamente en eso: en la imagen que tengan los usuarios del exterior sobre su imagen digital. Y ella intervienen diversos factores, entre ellos la comunicación escrita, y la visual.
En la comunicación escrita intervienen varios factores: La ortografía, el tono, el lenguaje y el estilo. Para muchas personas activas en la web, la falta de ortografía, los términos vulgares, y la comunicación agresiva son aún más desagradables que cualquier ideología que defienda su precursor. Puesto que se respeta el libre pensamiento de los trabajadores, pero se desaprueba la mala presencia digital, y sobre la cual se edifica la reputación online. Así que un factor, repercute directamente sobre el otro.
Julio Soto, Digital World Citizen Social Media Ambassador Community Coach & Leader y capacitador online en Google México, recomienda que antes de postear un contenido nos cuestionemos si la abuela no se sentiría horrorizada al verlo. Es decir, si cumple con ciertas normas de decoro y aceptación moral.
Por otra parte la imagen visual también cuenta. No solo la imagen de perfil, sino además el tipo de contenido en formato JPG (imágenes y fotografías) que se publiquen en timeline.
Un ejemplo claro sería una aspirante al cargo de docente, cuyo perfil en las redes sociales sea sugerente y con un alto contenido erótico y sexual. Esto le resta presencia como facilitador del aprendizaje aún cuando lo sea. Lo ideal es dejar las preferencias personales en un plano menos público.
En cuanto a las publicaciones de imágenes, interviene otro factor. El contenido de las imágenes. Los expertos en Psicología argumentan que las personas son lo que buscan, pues donde posan su atención está su esencia. Es decir, si acostumbra a postear imágenes alusivas a la motivación personal, actitud positiva entonces se trata de una persona asertiva dispuesta a apostar por los intereses de la empresa y dar lo mejor de sí, pero si por el contrario el contenido es depresivo, violento o subido de tono, entonces es un profesional que probablemente tenga cambios brusco de ánimo que interfieran en su trabajo.
Todo lo que su alrededor se compone habla de usted y la reputación online ofrece propuestas y soluciones para que el contenido actué a su favor en no en contra. Ahora, ¿apostarías por tu reputación online?
Fuente: disenopaginaswebpty.com